-Canciones para el dolor y la nostalgia.
- Kilómetros de memoria.
- Un puñado de recuerdos (incluso los que creías olvidados).
- Un poco de necesidad espantosa de gritar y romper cosas.
- El tiempo condicional más presente que nunca.
- Presencia absoluta de las cosas que hicisteis y, lo que es peor, las que os quedaron por hacer.
- Querer estar recorriendo la Ruta 66 sin importar nada más.
- Álbumes llenos de fotos y otros que se quedan esperando esas imágenes que ya no van a llegar.
- Lágrimas revolviéndose en la garganta hasta formar un nudo, de esos que ni los marineros son capaces de soltar.
- Un último abrazo.
- Una despedida amarga y obligada (nunca se me han dado bien ni las despedidas ni las obligaciones)
Prometo que algún día conseguiré recordar sólo los buenos momentos ( tan sólo necesito tiempo). No será difícil: tengo miles de ellos. Hasta siempre, amiga.